Los seres humanos aprenden a lo largo de su vida innumerables conocimientos necesarios para su supervivencia, que van desde actuar sobre los objetos, conocer a los otros, o usar el lenguaje para comunicarse, hasta saber cruzar una calle, la letra de una canción o freír un huevo. Aparentemente los aprenden sin gran esfuerzo y con mucho interés. Al mismo tiempo pasan largos años en instituciones escolares adonde, en principio, van para aprender, poniendo notable empeño y, sin embargo, sólo consiguen asimilar una minúscula parte de cuanto se les enseña. Existe entonces una oposición...