Terry Pratchett, nacido el 28 de abril de 1948 en Beaconsfield, Buckinghamshire, Inglaterra, fue un escritor británico reconocido mundialmente por su vasta obra de ficción, caracterizada principalmente por su serie de novelas de fantasía Discworld. Su estilo se distingue por el uso del humor, la sátira y una profunda comprensión de la naturaleza humana.
Desde joven, Pratchett mostró interés por la escritura. A los 13 años, publicó su primer artículo en el periódico local y, a los 15, se convirtió en el periodista más joven del Beaconsfield Advertiser. Sin embargo, su verdadero camino hacia la literatura comenzó cuando dejó su trabajo como periodista en 1970 para dedicarse por completo a la escritura.
En 1983, Pratchett publicó The Colour of Magic, la primera novela de la serie Discworld. La historia presentaba un mundo plano sostenido por cuatro elefantes que, a su vez, estaban sobre el caparazón de una tortuga gigante. Este universo se convirtió en el escenario de más de 40 títulos, cada uno explorando diferentes aspectos de la vida, la sociedad y la cultura a través de una lente cómica y fantástica. Libros como Mort, Guards! Guards! y Good Omens, coescrito con Neil Gaiman, se convirtieron en clásicos de la literatura moderna.
Pratchett no solo fue un prolífico autor de novelas; también escribió cuentos, ensayos y obras de teatro. Su trabajo no solo se limitó a la literatura, sino que también exploró el mundo del cine y los videojuegos. En 1997, fue galardonado con el prestigioso British Fantasy Award y, en 2001, recibió el título de Caballero de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la literatura.
A lo largo de su carrera, Pratchett fue reconocido por su originalidad y su capacidad para abordar temas complejos con humor. Un aspecto distintivo de su escritura es la crítica social, donde utiliza elementos de fantasía para reflejar y cuestionar la realidad contemporánea. Su habilidad para combinar lo absurdo con lo serio le permitió llegar a un amplio público y resonar en lectores de todas las edades.
En 2007, Pratchett fue diagnosticado con mal de Alzheimer, una enfermedad que tuvo un impacto significativo en su vida y obra. A pesar de los desafíos que enfrentó, continuó escribiendo y compartiendo sus pensamientos sobre la enfermedad, lo que resultó en una mayor conciencia sobre esta condición. En 2014, publicó su última novela, The Shepherd's Crown, que fue un conmovedor cierre a su icónica serie de Discworld.
Terry Pratchett falleció el 12 de marzo de 2015, y su legado perdura a través de sus obras, que siguen inspirando a lectores en todo el mundo. Su capacidad para mezclar humor, fantasía y una profunda comprensión de la condición humana lo establecieron como uno de los más grandes autores de la literatura contemporánea. Pratchett dejó atrás una huella imborrable en el mundo literario, y su influencia continúa siendo sentida tanto en la literatura de fantasía como en la cultura popular.
En resumen, Terry Pratchett no solo fue un maestro de la fantasía, sino también un pensador agudo que utilizó su escritura para explorar y criticar el mundo que lo rodeaba. Su obra sigue siendo celebrada por su ingenio, profundidad y el amor por la narrativa que siempre mostró.