El sí mismo

Este no es otro libro más sobre el amor personal, ni sobre cómo amar o ser amado. Ya se ha escrito mucho sobre el tema. Este es un texto estraordinariamente lúcido y sencillo sobre la experiencia de la unidad con todo y todos. El maestro Willigis Jäger habla en esta obra del amor que surge en la genuina búsqueda espiritual; el amor que nos lleva a descubrir nuestra unidad con la vida y a dejar de luchar constantemente. El verdadero camino hacia la paz se fundamenta en esta apreciación del amor. Porque cuando amamos de verdad nos reconocemos en los otros; y, por ello, lo que hacemos a...

Un tratado teológico y psicológico sobre lo que en verdad es el perdón. Un libro para quien desee escuchar con el corazón. Un texto confrontante, pero bello y esperanzador. Una obra llena de Luz. El contenido de este libro, una necesidad imperiosa. Un escrito que todo mundo debería leer y poner en práctica. M.A.P.S.

En esta obra se pueden encontrar pautas y ejercicios sencillos que puede realizar cualquier persona, durante unos pocos minutos al dia y en cualquier sitio, para eliminar la tension acumulada y ayudar a calmar la mente. Ofrece una posibilidad de contrarrestar la forma de vida actual que hace que el sistema nervioso siempre este excitado y no se de descanso a la mente. Este exceso de tension continua provoca irritabilidad, fatiga cronica, mal humor, nerviosismo, ansiedad... dificultando la sensacion de bienestar fisico y mental con uno mismo y con los demas. En esta propuesta se muestra como,...

«Si no fueras pendejo, ¿qué te gustaría ser?» ¿Y qué quisieras saber? ¿Acaso tu futuro? Pues déjanos decirte que estás leyendo la revista correcta: los Horóscopos pendejos de Algarabía llegaron no sólo para divertirte, sino para contarte unas cuantas verdades —y otras no tanto— acerca de qué tan pendejo puedes llegar a ser según tu signo zodiacal, a qué clase de pendejos perteneces y de cuáles pendejetes te tienes que alejar si es que deseas tener un año lleno de satisfacciones y sin tanta chingadera.Así pues, ¡llévala, llévala! Porque, no nos hagamos ...