Manual de Liturgia

Sabiduría es la capacidad de ver las cosas desde la perspectiva más alta, y responder a ellas según los principios que gobiernan el éxito. Es el conocimiento aplicado a las experiencias, que sabe qué, cuándo, y cómo alcanzar lo mejor. Es buscar opiniones espirituales a circunstancias terrenales. Todo ser humano tiene la inclinación natural de superarse porque el propósito de Dios es colocar la abundancia en las manos de personas que la manejen conforme a Su corazón. Y la sabiduría atrae la abundancia, acepta la abundancia, y la administra para aumentarla. Yader Simpson nos enseña...

Es sumamente difícil hacer que alguien beba cuando no tiene sed. Solo el hambre y la sed de Dios podrán hacer que inicies el camino de profundizar. ¿Deseas disfrutar de las cosas profundas de Dios? Estoy seguro de que sí y por eso estás leyendo este libro alentador. Recuerda: «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados». ¡Que seas saciado a medida que profundizas y haces más!

“La Iglesia hoy en día exige una renovación profunda del sacerdocio célibe y de su paternidad a la cual está orientada.” Algunos dicen que el celibato sacerdotal es una reliquia anticuada de otra época. Otros lo ven como una vida solitaria. Pero como lo expone el P. Carter Griffin en ¿Por qué el celibato?: Reclamando la paternidad del sacerdote, esta antigua práctica del celibato, cuando se vive bien, le ayuda al sacerdote a ejercer su paternidad espiritual con alegría y con muchos frutos. A lo largo de su exposición, el P. Griffin explora: la cuestión del celibato opcional los ...

Cristo tiene siempre algo que decirnos, a cada uno en particular, personalmente: en el Evangelio, en la doctrina de la Iglesia, en la liturgia. Se incluyen las meditaciones correspondientes para el mes de agosto de 2019, desde jueves de la 17ª semana del tiempo ordinario al sábado de la 21ª semana del tiempo ordinario, con meditaciones alternativas para días señalados, junto con las lecturas de la Santa Misa. El lector se siente ayudado a conversar con Dios de la vida misma: de sus situaciones reales cotidianas, de sus penas y afanes concretos. Por eso Hablar con Dios no es un tratado...