Fragmentos de un viaje por el sur de Francia, España y Portugal en 1802

BARCELONA. EL MONASTERIO DE SANTA ANA es la cuarta entrega de BARCELONA, una crónica y una guía de la ciudad que el escritor barcelonés Antonio Gálvez Alcaide arranca en julio de 2013. En BARCELONA. EL MONASTERIO DE SANTA ANA se da a conocer un edificio medieval, de difícil visibilidad, situado en el mismísimo centro de Barcelona. Se trata de un monasterio edificado entre los siglos XII y XV. El escudo de su orden, la orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, aparece por todos los recovecos, así como los sorprendentes hallazgos que el lector curioso agradecerá. La obra se complementa...

A statue denouncing corruption, a palatial allegory of Dante's Divine Comedy, an exceptional psychedelic private museum, a monument to a police dog, García Lorca's room at the Castelar Hotel, the toilets of a bar where "the acoustics were exceptional", reminders of an attempted coup, a dome worthy of Gaudí... Far from the crowds and the usual clichés, Buenos Aires hides its treasures well, only revealing them to residents and travellers who wander off the beaten track.

Esta historia es basada en hechos reales. Para A. Paredes, sus primeros años de juventud fueron pasando llenos de aventuras, peligros y sobrevivencias; comenzando dentro de su propio pais natal y luego a travez de diferentes paises. Pedro le prometio el sueño Americano, lo cual para llegar hasta el fue una pesadilla y un largo camino de siete años.

A caballo entre dos de las cordilleras más bellas del continente euroasiático, desplegada sobre sus fértiles llanuras, sus altas mesetas o sus verdes colinas, Georgia no puede ser más atractiva para el viajero, quien no dejará de sorprenderse ante los constantes cambios del paisaje y del clima; ante la belleza impresionante de cada valle, de cada poblado troglodita, ante un monasterio encaramado sobre una montaña o ante las evocadoras ruinas de un castillo... Veremos la roca donde fue encadenado Prometeo, el río que remontó Jasón para llegar a Kolkheti. Nos dejaremos embriagar por la ...