Ultra Tumba

Leonardo Oyola es un reconocido escritor y guionista argentino, nacido en 1975 en la ciudad de Buenos Aires. Su obra se caracteriza por un estilo audaz y provocador, que ha capturado la atención de lectores y críticos en el ámbito de la literatura contemporánea. Desde su debut en el mundo de las letras, Oyola ha explorado diversos géneros, entre ellos la novela, el cuento y la literatura infantil, lo que le ha permitido desarrollar una versatilidad notable en su carrera literaria.

Oyola comenzó su trayectoria literaria en la década de 1990, y desde entonces ha publicado varias novelas que han dejado una marca en la literatura argentina. Su primera obra importante, “Bernini”, fue publicada en 2004 y rápidamente se convirtió en un referente dentro del nuevo relato urbano. La novela se centra en la vida y las tensiones de varios personajes en el contexto de una Buenos Aires contemporánea, reflexionando sobre la identidad y la búsqueda de sentido en un mundo caótico.

Uno de los elementos más distintivos de la literatura de Oyola es su capacidad para entrelazar lo cotidiano con lo fantástico. En su siguiente trabajo, “Las sombras”, Oyola profundiza en la relación entre los personajes y su entorno, utilizando un enfoque que desafía las convenciones narrativas tradicionales. Su estilo refleja una manera única de contar historias, donde los límites entre la realidad y la ficción se desdibujan, llevándonos a explorar mundos complejos y llenos de matices.

Leonardo Oyola también ha trabajado como guionista, lo que ha influido positivamente en su estilo narrativo. Su habilidad para crear diálogos impactantes y situaciones tensas se puede observar en sus obras literarias, así como en su trabajo en la televisión y el cine. Esta experiencia le ha permitido abordar temas complejos y relevantes para la sociedad argentina, conectando con un público amplio y diverso.

En 2011, Oyola publicó “El rincón de los prodigios”, una novela que reafirma su talento narrativo. La obra presenta un universo fascinante poblado por personajes entrañables y narrativas sorprendentes. La crítica ha elogiado la forma en que Oyola logra construir un mundo imaginario que, a su vez, refleja la realidad social y cultural del país. La habilidad del autor para mezclar géneros y estilos ha hecho que su obra resuene con un amplio espectro de lectores, desde adolescentes hasta adultos que buscan historias con profundidad.

A lo largo de su carrera, Oyola ha sido reconocido con múltiples premios literarios, consolidándose como una de las voces más importantes de la literatura argentina contemporánea. Su enfoque audaz y su capacidad para abordar temas relevantes han hecho que su obra sea objeto de estudio en diferentes ámbitos académicos, sin embargo, su labor no se limita únicamente a la escritura.

Además de su trabajo como novelista y guionista, Oyola ha sido un ferviente defensor de la literatura y la cultura en general. Ha participado activamente en talleres de escritura y actividades culturales, promoviendo el acceso a la literatura y fomentando el interés por la lectura entre las nuevas generaciones. Esta labor ha sido fundamental para fortalecer el panorama literario en Argentina, donde la cultura sigue enfrentándose a desafíos significativos.

En los últimos años, Oyola ha continuado publicando y ampliando su legado literario. Obras como “Cuentos de la guerra” han demostrado su capacidad para adaptarse a los tiempos y explorar nuevas narrativas, mientras que su voz sigue siendo un referente de la literatura más actual en el país. Sin duda, Leonardo Oyola ha dejado una huella profunda en el mundo literario argentino, y su obra continuará siendo leída y estudiada por muchos años más.

En resumen, Leonardo Oyola es un escritor de gran relevancia en la literatura argentina, cuya obra se distingue por su originalidad, su capacidad de innovación y su compromiso con la cultura. A medida que avanza su carrera, las expectativas sobre sus futuros trabajos son altas, y sus lectores esperan con ansias nuevas historias que continúen sorprendiendo y provocando reflexión.

Con aquel hombre podía volver a tenerlo todo: Amor, una familia y un futuro Cal Cougar caminaba herido en busca de respuestas. Necesitaba construir una nueva vida, e iba a empezar con lo que más amaba: Los caballos. Eso lo llevó al Santuario para Caballos Salvajes Doble D. Y lo situó en la órbita de una voluntaria del rancho, Celia Banyon, y de su especial hijo. El niño había sufrido un accidente innombrable, y su madre sentía una culpabilidad innombrable también. Pero algo que vio en Cougar hizo que volviera del abismo. Él representaba su oportunidad de volver a sentirse mujer...

Antonio Ortuño es un gran prosista, atributo que, supongo, deberíamos esperar de cualquier escritor. Sin embargo, no pasa así. Es común que se publiquen libros apresurados, de prosa oscura o, peor, descuidada. Hay ejemplos famosos de libros premiados en concursos dotados generosamente que tienen una prosa plagada de palabras mal puestas. Son así por culpa de la patanería del autor, el corrector, el editor y también por la avaricia. Libros como salchichas de pavo. Los de Ortuño, al contrario, están cuidados con esmero detallista.

El día era radiante. Sobre las márgenes del río flotaba desde el amanecer una bruma sutil, argéntea, pronto bebida por el sol. Y como el luminar iba picando más de lo justo, los expedicionarios tendieron los manteles bajo unos olmos, en cuyas ramas hicieron toldo con los abrigos de las señoras. Abriéronse las cestas, salieron a luz las provisiones, y se almorzó, ya bastante tarde, con el apetito alegre e indulgente que despiertan el aire libre, el ejercicio y el buen humor. Se hizo gasto del vinillo del país, de sidra achampañada, de licores, servidos con el café que un remero...

María era una mujer sencilla de 30 años. Vivía en una urbanización lujosa con sus dos hijos, Anna de 11 años y Alejandro de 9 años. Su marido se encargaba de viajar para mantener a flote tanto sus prestigiosas empresas como su gran fortuna. Pero no siempre había sido así, María provenía de la más absoluta pobreza, tras morir su madre al darla a luz fue criada por su abuela. La vida de María y de sus hijos no era tan perfecta como parecía a simple vista. Luis Lexington no solía ir a casa estaba tan ocupado con sus empresas que se había olvidado de su familia. Después de muchos...