Maestra Suprema Ching Hai, nacida como Nguyễn Thị Hương el 12 de mayo de 1950 en Vietnam, es una reconocida maestra espiritual, activista y fundadora de la organización internacional conocida como Los Nuevos Maestros de Vida que promueve el veganismo y la meditación.
Ching Hai creció en una familia budista y tuvo una educación que fomentó el pensamiento crítico y espiritual. Desde joven, mostró un profundo interés por la espiritualidad y un deseo de ayudar a la humanidad. En busca de un camino espiritual, Ching Hai se trasladó a varios países, donde se dedicó a estudiar diversas filosofías y prácticas espirituales, incluyendo el budismo, el taoísmo y el cristianismo.
En 1988, se estableció en Taiwán y comenzó a enseñar su método de meditación, conocido como meditación de luz y sonido, un proceso que busca despertar la conciencia espiritual de los practicantes. Su enseñanza se basa en la idea de que todos los seres humanos son uno, y que a través de la meditación y el amor, se puede alcanzar la iluminación y la realización personal.
La carrera de Ching Hai como maestra espiritual se ha visto acompañada por su activismo en causas sociales y ambientales. Es una firme defensora de los derechos de los animales y promueve un estilo de vida vegano, argumentando que este es el camino más compasivo y saludable para la humanidad y el planeta. Ha sido reconocida internacionalmente por su trabajo en la promoción de la paz, la protección de los animales y la promoción de la conciencia ambiental.
A lo largo de los años, la Maestra Suprema Ching Hai ha escrito numerosos libros y ofrecido conferencias en todo el mundo, donde comparte sus enseñanzas y su visión sobre un mundo de paz y amor. Su organización cuenta con centros en varios países, donde los seguidores pueden participar en retiros, meditaciones grupales y actividades de servicio comunitario.
En la actualidad, Ching Hai continúa su trabajo en la búsqueda de la paz mundial y la concienciación sobre la importancia del veganismo y la compasión hacia todos los seres vivos. Su legado está marcado por su incansable esfuerzo por inspirar a otros a vivir de manera más consciente y responsable, tanto con ellos mismos como con el planeta.
Con su enfoque en la meditación y el amor universal, la Maestra Suprema Ching Hai ha influenciado a miles de personas a buscar su propia verdad espiritual y a contribuir a un mundo más compasivo y pacífico.