La Gran Conspiración; Un Misterio de la Biblioteca de Nueva York

David Richard Beasley, nacido el 26 de diciembre de 1956, es un político y líder humanitario estadounidense, conocido principalmente por su labor como director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas desde 2017. Su extensa carrera en el servicio público y su compromiso con la lucha contra el hambre han marcado un hito en la respuesta internacional a la crisis alimentaria.

Beasley creció en una familia de clase trabajadora en el estado de Carolina del Sur. Se graduó con una licenciatura en ciencias políticas por la Universidad de Carolina del Sur y más tarde obtuvo su título de abogado. Su carrera política comenzó en 1994, cuando fue elegido como miembro de la Cámara de Representantes de Carolina del Sur. En 1995, Beasley hizo historia al convertirse en el gobernador más joven del estado, ocupando el cargo desde 1995 hasta 1999. Durante su mandato, se centró en reformas del sistema educativo y políticas fiscales, además de trabajar en la atracción de inversiones para el desarrollo económico del estado.

Después de dejar la gobernación, Beasley continuó su involucramiento en el servicio público y la política en diversas capacidades. En 2003, fue nombrado comisionado de la Comisión de Salud y Educación de Carolina del Sur. En 2015, fue nombrado miembro del Consejo de Gobernadores del Consejo Nacional de Educación. Su enfoque siempre ha estado en mejorar las condiciones de vida de las personas en su estado y en el mundo.

En marzo de 2017, Beasley asumió el cargo de director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, una agencia que se dedica a combatir el hambre en el mundo. Bajo su liderazgo, el PMA ha respondido a crisis humanitarias en diversas regiones afectadas por conflictos y desastres naturales. Beasley ha sido un defensor apasionado de la seguridad alimentaria, enfatizando la importancia de la asistencia humanitaria y la necesidad de abordar las causas del hambre y la desnutrición.

Durante su tiempo en el PMA, Beasley ha aumentado la visibilidad de la lucha contra el hambre, siendo un orador frecuente en foros internacionales y en los medios de comunicación. Su trabajo ha sido reconocido globalmente, recibiendo el Premio Nobel de la Paz en 2020, un logro que subraya la importancia de la labor del PMA en la promoción de la paz y la estabilidad a través de la provisión de asistencia alimentaria.

Actividades y logros significativos:

• Refuerzo de la capacidad de respuesta del PMA: Beasley ha trabajado incansablemente para mejorar la eficacia y la rapidez del Programa Mundial de Alimentos en situaciones de emergencia, implementando nuevas tecnologías y estrategias logísticas.
• Advocacy y concienciación: Ha sido un ferviente defensor de las políticas que abordan las causas del hambre, como el cambio climático, el conflicto y la desigualdad, buscando siempre involucrar a gobiernos y organizaciones en la búsqueda de soluciones sostenibles.
• Fortalecimiento de alianzas: Beasley ha promovido la colaboración entre sectores, uniendo esfuerzos entre gobiernos, organizaciones no gubernamentales y el sector privado para maximizar el impacto de la ayuda alimentaria.

Además de su trabajo en el PMA, Beasley ha sido un firme defensor de la importancia de la educación y la inversión en el futuro. A lo largo de su carrera, ha participado en numerosas iniciativas destinadas a fomentar la educación y el desarrollo de habilidades en las comunidades de riesgo. Su compromiso con la justicia social y el bienestar de las personas lo ha llevado a ser una figura influyente en el ámbito de la política humanitaria.

En resumen, David Richard Beasley representa un ejemplo de dedicación y liderazgo en la lucha contra el hambre a nivel mundial. Su trayectoria, marcada por su compromiso con el servicio público y su enfoque humanitario, lo convierte en una figura clave en las discusiones sobre seguridad alimentaria y desarrollo humano a nivel global. A través de su labor, continúa inspirando a muchos a unirse en la lucha por un mundo sin hambre.

En el último libro confesé que soy una persona "doctorada en nada y licenciada en menos ". Así es, nada cambió. Por no ser doctor únicamente trato con pacientes impacientes; por no ser licenciado aún soy un ser activo. Son beneficios que concede este transito. Es este un libro repleto de vivencias, de anécdotas e historia, de recuerdos, de esperanzas y de sueños, de realidades, de risas y sonrisas, de costumbres, de pensamientos, de deseos y de sentimientos, de dolor y de rebeldía, de inocencia vivida y nunca perdida, de añoranzas y de ilusiones, de muerte... y de vida, de tanta...

Hugo es un idealista de los que cree, hoy en día, que el mundo puede cambiarse. A punto de agotársele el paro, consigue un trabajo. Para celebrar la buena noticia, esa noche decide salir con sus amigos, y pierde la noción del tiempo, provocando con ello que el primer día en la oficina tenga un encontronazo con el jefe. Acto que hará que cambie todo y Hugo se tope con el amor de su vida. En esta peculiar aventura, el sexo formará parte de la vida de los personajes, porque obviarlo sería perder una parte importante, entretenida y divertida de nosotros. Te doy la bienvenida a la...

Hay momentos en la vida en los que la única manera de salvarse a uno mismo es muriendo o matando. A finales del siglo XIX, durante la última etapa zarista, los Zucker, perseguidos por ser judíos, tienen que abandonar Rusia huyendo del horror y la sinrazón. A su llegada a la Tierra Prometida, Samuel Zucker adquiere las tierras de los Ziad, una familia árabe encabezada por Ahmed. Entre él y Samuel nace un fuerte vínculo, una sólida amistad que, por encima de las diferencias religiosas y políticas, se mantiene generación tras generación. Con las amenazas, la sed de venganza y muchas...

Una divertida y apasionante novela que relata el periplo de Aníbal Quevedo, psicoanalista y vagabundo. Su historia arranca en el París en 1968 y se prolonga a lo largo de más de veinte años por diversos países hasta su regreso a un México, donde el neoliberalismo ha triunfado.