Joey Pigza se tragó la llave

En su casa, la viejita se aburría. Ya nadie la venía a ver y ella ya no veía a nadie. Sólo estaba el reloj de la cocina para ver cómo pasaba el tiempo. Hasta que un día se aparece la Señora Muerte y todo eso cambia. Para entretenerla, la viejita preparó un buen té de China bien cargado. —¡Mmm, qué delicioso té!, se alegró la Señora Muerte chasqueando la lengua. —Es verdad —contestó la viejita—, y es todavía mejor con unos polvorones de canela. Entonces la viejita se puso a cocinar... Cinco minutos más o cinco minutos menos, ¿qué importa?

Todo comenzó cuando Eduardo Armstrong le encargó al joven Óscar Vega dibujar a un niño colorín que viaja a otros planetas y épocas. El dibujante tenía apenas 23 años, pero su imaginación y su trazo lo llevaron a crear un personaje que ha perdurado durante medio siglo.

Al sur del Sur existe una ciudad que custodia un enigmático tesoro. Bajo sus aguas, un ejército de caballas, mojarritas y erizos son los encargados de protegerlo. Mientras, en tierra firme, la vida de sus habitantes transcurre tranquila y serena, ajena a un peligro que acecha la ciudad por mar y que podrá cambiar el destino de todos.

Por mi cumpleaños hago una lista con todo lo que quiero que me regalen. Pero este año mis padres han hecho trampa y me han pedido que solo escriba cosas que no se pueden guardar. Lo que no saben es que tengo un montón de ideas chulísimas para mi nueva lista. A veces los mejores regalos no se encuentran en las tiendas sino en la imaginación.