El credo del pueblo de Dios

Pero yo procuraré que te entre en mal provecho, si puedo, aguando tu gusto, con ojear desta calle y de tu puerta los que imaginare que por alguna vía pueden ser tus amantes; y así vendré a alcanzar nombre de la guarda cuidadosa.

El autor retoma la senda literaria con esta colección de fábulas cortas de temas diversos y estilo variopinto, según requiera el asunto de cada narración, pero siempre con un lenguaje trabajado, gozoso. Coñón y festivo a veces, otras reflexivo y grave, con un nebuloso toque trascendente, como si el espíritu de Dios anduviese entre bastidores ejerciendo de apuntador de escena.

Es esencial para todo ser humano el descubrir o reconocer su verdadera identidad y su verdadera naturaleza angelical o espiritual. Es también esencial que cada cual viva todo su potencial espiritual y cumpla así el verdadero rol o función para la que ha sido creado(a); dándole así verdadero sentido y dirección a su vida. y Es más esencial aún, el que todos y cada uno de nosotros encaminemos nuestros pasos hacia nuestro re-encuentro con el creador; pues de ello dependerá el resto de la eternidad de nuestro ser espiritual.

These twelve letters are far from being an abstract and pompous dissertation of theology, much less trite parables that support a vision of a distant god. On the contrary, the words here come out of the voice of a man that has searched for God in the faces of his neighbors. Waiting under the text are questions that the author answers convincingly to what is posed and required of religions today: why does God allow evil to exist? Why is God silent in the midst of human suffering? How to recover the "motherly face of God," that is to say, the feminine side of God? How to speak of God's...