Horace Walpole, nacido el 24 de septiembre de 1717 en Londres, fue un político, escritor y un notable pionero en el género de la novela gótica. Hijo de Sir Robert Walpole, quien fue el primer ministro de Gran Bretaña, Horace creció en un entorno privilegiado que le permitió acceder a la educación y a las artes desde joven. Su madre, Catherine, pertenecía a una familia de renombre, lo que también influyó en su desarrollo intelectual y cultural.
Walpole se educó en el St. John's College de Cambridge, donde se graduó en 1739. Sin embargo, su interés no se limitó a la academia; también mostró un temprano interés por las letras y la política. Tras completar su educación, comenzó a involucrarse en la vida pública y la política, aunque su verdadera pasión estaba en la escritura. En 1741, fue elegido para la Cámara de los Comunes, un puesto que ocupó intermitentemente durante varios años, aunque su participación política fue más bien secundaria a su carrera literaria.
Uno de los aspectos más destacados de su vida fue la construcción de Strawberry Hill, su residencia en Twickenham, que se convirtió en un emblema del estilo gótico. Esta casa fue no solo una obra de arquitectura, sino también un centro de intelectuales y artistas. Walpole no solo diseñó el edificio, sino que también se ocupó de la decoración y de la creación de un ambiente idóneo para el arte y la literatura. Strawberry Hill es considerada la primera construcción gótica revivalista en Inglaterra, y es un ejemplo claro de cómo Walpole integraba su amor por la literatura y el arte en su vida personal.
En 1764, Walpole publicó su obra más famosa, The Castle of Otranto, considerada la primera novela gótica. Esta obra, que combina elementos sobrenaturales, terror y romance, marcó un punto de inflexión en la literatura. La novela cuenta la historia de un castillo maldito y de las desventuras de sus inquilinos, estableciendo un modelo que influiría en una serie de autores posteriores, incluidos Edgar Allan Poe, Mary Shelley y Bram Stoker. La obra fue tan exitosa que creó un nuevo género literario que exploraba las inquietudes de la mente humana frente a lo desconocido y lo sobrenatural.
Además de sus contribuciones literarias, Walpole era un ácido crítico del arte y la literatura de su tiempo. Su correspondencia, que incluye más de 300 cartas, es un recurso valioso para los historiadores, pues ofrece una visión única del período georgiano y de la vida social y política de la época. A través de sus cartas, Walpole intercambiaba ideas y opiniones sobre una variedad de temas, desde arte hasta asuntos políticos, lo que le permitió mantener una red de contactos influyentes, incluidos escritores, artistas y políticos.
Walpole también fue un prolífico coleccionista de arte. Su pasión por la historia y la antigüedad se reflejó en su vasta colección de objetos y obras de arte, que abarcaba desde pinturas hasta muebles y artefactos históricos. Esta colección se convirtió en un testimonio de su amor por la estética y fue un ejemplo de cómo la cultura y el arte podían entrelazarse con la vida cotidiana.
En sus últimos años, Walpole se retiró gradualmente de la vida pública. Murió el 2 de marzo de 1797 en su casa de Strawberry Hill. A pesar de que su influencia disminuyó en su vejez, su legado literario perdura. Horace Walpole dejó una profunda huella en la literatura gótica y ayudó a dar forma a un nuevo camino en la narrativa que exploraba las complejidades de la psique humana y los miedos innatos. Su vida y obra continúan siendo objeto de estudio y admiración en el ámbito literario contemporáneo.