Cuentos No Madrileños
Resumen del Libro
Ya era muy tarde de La noche. A mi lado había una pequeña garrafa con café para que cortárseme el efecto del sueño y ella é mi única compañera en aquel noche en mi pecha de escritor. l Para empezar esa narrativa, recuérdese que era una viernes caliente del verano de un año cualquier, pelo menos siete décadas del pretérito cuando tomo en diestra a la pluma escribir más una vez porque los bolígrafos serán instrumentos para el futuro, pero uno de mis cien billones de neuronas hace cuestionamiento… – ¿Escribir sobre o qué? El micro universo de mi ser está en constante mutación, y, tal cual a uno de los cometas que viajan a través del universo sideral, moviéndose de uno a otro sistema, los mis neuronas cortan, del naciente a el puente, a mi cerebro, si é que mi cerebro tiene a un naciente o a un puente y, en ese ínterin, llego a entender que uno de eles reposa en los brazos tranquillos de la historia, en la irreverente historicidad humana. De repente, soy envuelto por extraña sensación. Jamás habría experimentado a tan profundo sentimiento… Comuniqué a los mis cien billones de neuronas. Creó que estoy teniendo a una visión. Uno de los neuronas más atrevido do que a los otros… ¿Visión? ¿De qué? ¿Cómo? Así, he esclarecido a lo neurona más atrevido, aunque a contra gusto… Oe, en la penumbra que permea a la mi imaginación, uno personaje toma forma, en uno simulacro de uno vuelto, aparéceme en la obscuridad de la incógnita y se antepone a mi delantera. Pregunto: – ¿Quién é? No más que diez segundos después de una profunda reflexión sobre a la enigmática visión y las potentes lentes del cristalino captan a la imagen, envían hasta mi cerebro que en el ámbito y en el ejercicio de la función dentro de mi cuerpo efímero, insólito y transitorio a la sintetiza, a la lee, y, por el fin, hace a la traducción: – É nadie más, nadie menos de lo que Joaquim Maria Machado de Assis. Yo cuestiono… – ¿Joaquim Maria Machado de Assis? En ese ínterin, encanto discutía con los neuronas sobre el asunto, la visión entiende que debe hablarme y, objetivamente, se pone a externar: – En treinta segundos, y no más do que eso, yo voy a contarte a la historia de un poema que jamás he terminado; ya se van, por lo menos, longos cien años… - érame el tiempo de mi seminario. – Antes de todo, considero que, en la verdad, compuso al primero verso para un poema que no concluí y que, a seguir, usted iba leer: – Oh flor del cielo! Oh flor cándida y pura! – No pregunte a mí, ni el cómo y ni él porqué de ese verso que, aunque un siglo pasado continua fijado, aún en los escaños de la mi memoria, pues, verdaderamente, después de ese lapso, yo no iba saber cómo responder sobre la forma como afloraran a mi mente. – No obstante, creo, mejor; tengo la plena certeza que salieran a mí así: – Habría reposado en mi cama para descansar de la lucha del día a día. – La cama amenizaba con su calor a el frio húmido y gélido de una noche del invierno en el barrio del Catete, donde hizo mi morada por muchos años, cuando, de repente, al derredor de las arboles floridas, yo percibo a una paloma intangible porque estaba en aire. – La paloma estaba volando con sus alas invisibles, inexplicables y enigmáticas, y estimulaba al fluir de una exclamación suelta y, al detectar a las medidas exactas de esa exclamación, en sostenidos o bemoles, propias para un poema, entonces, inclíneme sobre la mesa mal iluminada en la ansiedad de escribirle. No entretanto, en ese lúdico momento, el mi ego y el mí ser interior interrumpieran a mi intelecto y argüirán: – Dije me… – ¿Quién sería a la flor del cielo? – Podría calarme, se yo quisiera calarme, pero no me tranqueé como hacen a las babosas en sus propios caracoles e hizo la cuestión de responder: – ! Ora, ego y ser humano heridos! – La flor del cielo é Capitú, la mi amada naturalmente, pero, en ese momento, nada me ...
Ficha del Libro
Total de páginas 107
Autor:
- Yoseph Yomshyshy/malcolm Robert
Categoría:
Formatos Disponibles:
PDF, EPUB, MOBI
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