ANTIAYUDA (EBOOK)

Maggie llega a El Daharia a restaurar el coche cl?sico del pr?ncipe Qadir. Pero casi es despachada cuando ?l se da cuenta de que el mec?nico es una mujer. La primera impresi?n del pr?ncipe es espantosa, pero al final hay una c?lida cercan?a mutua por la pasi?n que comparten por los coches. Despu?s ?l le pide a Maggie que finja ser su novia, y as? poder rechazar a una prometida escogida para ?l, y ella acepta. Maggie pertenece a un mundo completamente diferente al del pr?ncipe, por lo tanto, no cabe la posibilidad de que se puedan enamorar el uno del otro... ?cierto?

Buffy Summers—the Slayer, the Chosen One meant to save the world from the literal evil forces of hell—must choose between saving her friend Xander before he completes his transformation into a vampire, and stopping the forces of Drusilla & Spike from opening the Hellmouth! Buffy Summers—the Slayer, the Chosen One meant to save the world from the literal evil forces of hell—must save her friend Xander before he dies… …and returns as a vampire. As Giles and Willow each take drastic measures to find a cure, Buffy must face the hardest choice of her already not-so-easy life: save her...

A Nacho hay dos cosas que le gustan mucho: esconder los objetos por los que siente verdadero cariño y jugar al escondite. Esto último se le da de maravilla, y por eso quiere demostrárselo a todo el mundo. Pero... ¿qué pasaría si realmente fuera el mejor? Una divertida historia que muestra la importancia de los vínculos familiares.

«Cuando me quedé embarazada, esa impresión de destierro, de abandonar el terreno en el que había jugado hasta entonces, esa sensación que en el ámbito laboral me resultaba agridulce, también la tuve —y ahí de dulce no tuvo nada— en otro terreno: la lectura. Las emociones que en mi cuerpo y en mi "alma" despertó en mí el primer beso venían precedidas de una larga elaboración literaria. Las suscitadas por el embarazo, el parto, el tener entre los brazos por primera vez a mi hija recién nacida... de todo eso, la literatura no me había dicho nada... Y ese silencio me resultaba...