Quetzaltli: La lágrima del Creador

A library apprentice, a sorcerer prince, and an unbreakable magic bond... The Solaris Empire is one conquest away from uniting the continent, and the rare elemental magic sleeping in seventeen-year-old library apprentice Vhalla Yarl could shift the tides of war. Vhalla has always been taught to fear the Tower of Sorcerers, a mysterious magic society, and has been happy in her quiet world of books. But after she unknowingly saves the life of one of the most powerful sorcerers of them all--the Crown Prince Aldrik--she finds herself enticed into his world. Now she must decide her future: Embrace ...

Habían pasado los años, pero no había podido olvidar a David Westport. Su habilidad en el campo y sus dotes de estrella eran legendarias. Sin embargo, su corazón pertenecía a una chica llamada Sandra. Fue una lástima que hubieran dejado el instituto antes de graduarse para ser padres, aunque parecían tener una buena vida. ¿Lamentaría David las decisiones que había tomado? A juzgar por las ojeras de Sandra, parecía que sí, aunque David debería darse cuenta de todo lo que tenía. Quizá una visita al pasado le abriera los ojos y le hiciera ver la maravillosa vida que llevaba... y...

¿Habría roto la regla de oro de aquel matrimonio de conveniencia? ¿Se habría enamorado de su marido? El jeque Ashraf ibn-Saalem era un hombre inolvidable, pero Karen Rawlins debía recordar las condiciones de su acuerdo: ambos querían tener un hijo, ella sin tener que someterse a un marido controlador y él sin entregar su corazón. Así que se casarían y una vez conseguido su objetivo estarían juntos, platónicamente, el tiempo necesario para dar un nombre al pequeño. Pero nada sería tan simple después de una noche con el guapísimo jeque. Aunque ya se había quedado embarazada,...

Finn was the second son who was never meant to become the crown prince. He was the lesser brother, the useless spare, even the rumoured bastard—at least according to his elder brother Henry, who destroyed everything, including himself, and Finn rose to the throne. Now, the memory of Henry still hangs heavy in the air, and his supporters linger in the shadows waiting to strike. It’s time for Finn to fight back. For his people. For the future of his country. For his wife and daughter. For himself. Yet, there are some who will fight dirty, fight with such cold, calculated viciousness, that...