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Sarah vagó de cama en cama, mirando a los pocos pacientes en la Clínica Hedley. Era un contraste tan bienvenido de cuando llegó y estableció el improvisado hospital frente a Río Negro. El área de tratamiento estaba a rebosar de pacientes desde el primer día, todos con una necesidad desesperada de atención. La malaria, la fiebre amarilla, el cólera, la fiebre tifoidea y la diabetes no controlada habían corrido de forma desenfrenada en toda el área. Pero gracias a los medicamentos antipalúdicos, las vacunas, los antibióticos y las soluciones de rehidratación, el número de...

Advertencia: Esta historia incluye contenido lésbico candente que no es apropiado para todas las edades. GRATIS PARA KINDLE ILIMITADO Abrí las piernas involuntariamente y traté de encontrar alivio al calor dentro de mí. Giselle deslizó un dedo profundamente dentro de mí y Eva agregó uno de los suyos. Juntas en mí, entraban y salían hasta que estuve segura de que me volvería loca del placer. Dos pares de labios me besaron por el vientre hasta encontrarse en mi centro. Esta vez grité al sentir dos lenguas que envolvían mi vulva. Sus gemidos llenaron mis oídos y tomé dos puñados...

La miré mientras se arrodillaba frente a mí en la cama. Despacio, nos acercamos la una a la otra como si fuéramos atraídas por un imán invisible. Gemí cuando sus labios encajaron con los míos y nos besamos de la forma que se había besado con Bella. Pasé mis brazos alrededor de su cuello y ella me agarró por la cintura. Nuestras lenguas lucharon con frenesí y ambas jadeamos de placer al mismo tiempo. Deslizó la mano hasta cogerme el pecho y volví a gemir de placer. No sabía cómo hacer el amor con una mujer, por lo que pensé que si le hacía lo mismo que ella me estaba haciendo...

El beso duró un segundo, y ella estaba luchando con todo lo que tenía para no derretirse en él. Ella lo apartó suavemente, recordándole que él tenía a Ashley. "Ella está allí para el sexo". No puedo hacerte estar con un barco vacío como yo. Te respeto demasiado para permitir que eso suceda. Estar conmigo es lo peor que puedes hacer, así que solo un beso y estar aquí así conmigo es más de lo que puedo pedir. Te respeto demasiado para hacer cualquier otra cosa ", pronunció. "Eso es lo peor que podrías haber dicho", se puso de pie, avanzando hacia la valla rápidamente. "¡Y tan...

En pleno siglo de oro toledano, una antigua y oscura hermandad se prepara para la apertura de una extraña puerta, sellada hace miles de años, ante la repentina aparición de su arcana llave.Dada por perdida desde la caída del templo de Salomón, por sí sola esa llave podría hacer tambalearse los cimientos de nuestro mundo. Mientras tanto, un veterano soldado español de los Tercios acepta un rutinario trabajo para su espada, que le llevará a descubrir el lado oculto de la realidad. Atrapado en las redes de un venenoso amor, se verá inmerso en una increíble persecución que se extiende ...

Sexta entrega de la exitosa serie paranormal romántica «Psi/Cambiantes». Dos cambiantes dominantes de camadas y especies distintas, inician una explosiva y apasionada relación mientras lideran juntos una arriesgada investigación. Mercy, centinela DarkRiver, es la única de su camada que todavía no se ha emparejado. Como todas las hembras dominantes, ella no desea un compañero sumiso, aunque tampoco está dispuesta a permitir que nadie le dé órdenes. Lleva tiempo sufriendo por la falta del contacto físico que necesita, pero ninguno de los machos de su raza la satisface. El único que ...

Private investigator Diana Belmaine always gets her man—and her hunt for a brazen, clever thief leads the cool blonde straight to the archeologist Jack Austin. A globetrotting adventurer and eligible bachelor, Jack is a pillar of the community—and guilty as sin. But while his gorgeous smile could melt nearly any woman's resistance, Diana has learned her lesson about sweet-talking men and won't be swayed by Jack's obvious charms . . . or will she?

Él necesitaba una esposa... pero lo que merecía era una buena lección John Sandiford buscaba una joven diligente y modesta, no una exótica aristócrata como Clarissa Beaumont, una mujer a la que perseguían los pretendientes. No podía imaginar alguien que le conviniese menos... ¿Por qué entonces no podía quitársela de la cabeza... ni del corazón? Sinjin era sin duda un héroe, como todos lo llamaban, pero lady Beaumont creía que a veces no era todo lo caballero que debería. Había rechazado la posibilidad de formar una ventajosa unión y había despertado unos sentimientos dentro...