Benjamin Franklin

Liceo del Libro y Novela moderna y clásica

Las concordias de Huéscar en el siglo XVI

Resumen del Libro

Libro Las concordias de Huéscar en el siglo XVI

La ciudad de Huéscar presentaba en el siglo XVI algunos caracteres que la hacían peculiar en el contexto del reino granadino. En primer lugar, era la única ciudad de señorío, concedida primero de forma vitalicia al condestable de Navarra, y, después, no sin resistencia de su oligarquía, a la casa de Alba. En segundo término, es de las pocas ciudades granadinas que desarrolló un enfrentamiento armado contra su señor en el levantamiento de las Comunidades castellanas. En tercer lugar, el juego de intereses entre grandes propietarios de rebaños de ovino (los "señores de ganados"), los propietarios agrícolas, los gobernadores del duque, la minoría morisca y los comerciantes genoveses se manifiesta en tensiones permanentes entre los diversos grupos sociales. En definitiva, su poderosa oligarquía controlaba los recursos de su término, manejaba a su antojo el concejo, y no dudaba en enemistarse con los gobernadores de los duques de Alba o con el propio señor. En este marco es en el que tuvieron lugar una serie de pleitos entre el señor y el concejo por diversas razones, entre las que destaca la pretensión de la ciudad oscense de tener privilegios fiscales semejantes a los concedidos por los soberanos a las ciudades de realengo vecinas. El documento que se estudia y transcribe nos relata las vicisitudes de estas disensiones y las dos Concordias a las que llegaron los vecinos y el duque en la segunda mitad del siglo. Acuerdos que fueron, en definitiva, una forma de cesión por el señor ante las presiones de los oligarcas locales.

Ficha del Libro

Total de páginas 200

Autor:

  • Julián Pablo Díaz López

Categoría:

Formatos Disponibles:

PDF, EPUB, MOBI

Descargar Libro

Valoración

Popular

4.2

25 Valoraciones Totales


Más libros de la temática Historia

La guerra eterna

Libro La guerra eterna

Este extraordinario libro nos habla de Irak y de Afganistán, pero también, y sobre todo, de las interminables guerras de nuestro tiempo y "de lo que los seres humanos son capaces de hacerse los unos a los otros". Dexter Filkins, considerado como "el más grande de los reporteros de guerra de esta generación", ha vivido nueve años en Irak y Afganistán. Presenció las atrocidades de los talibanes, entró en Irak con los primeros soldados norteamericanos y habló, en uno y otro país, con cientos de personas que le contaron sus vidas y le dieron entrada en sus hogares. De estas experiencias ...

Ellas en la historia

Libro Ellas en la historia

Hay aquí historias sabidas, como la de aquella niña con la que se casó Pueyrredón después de fusilar al padre. Y otras no tan conocidas, como la de la concubina del deán Funes. Pero, más allá de los secretos que esta verdadera "literatura de curiosidades históricas" revela, las historias son puestas en perspectiva y alineadas sobre el escenario de largo plazo. De allí que sea necesario que el lector advierta: lo que parecen meras anécdotas de la vida privada en realidad develan el origen de las grandes "grietas" argentinas. Que no son las de hoy, vienen largamente de otras...

Los cántabros en la antigüedad

Libro Los cántabros en la antigüedad

Toda sociedad necesita su memoria colectiva. La de los cántabros se basaba hasta ahora en los estudios de González Echegaray, realizados en los años 60 del pasado siglo sobre textos de autores latinos clásicos. Este libro supone una necesaria actualización crítica, fundamentada en los nuevos conocimientos científicos existentes y enriquecida por las aportaciones de equipos pluridisciplinares. Abarca desde la época prerromana hasta el inicio de la Edad Media.

Panópticos y laberintos

Libro Panópticos y laberintos

"Un viejo travesti de la c rcel nos dio la clave para entender los procesos de subjetivaci n espec ficos de la instituci n carcelaria. La Paz nos se al el orden preformativo de las identidades y de la subjetividad. Ella misma pasa por su cuerpo desde lo homosexual al machismo. Por lo tanto, queda en una zona intermedia, en un entre permanente. Es ambos a la vez. Entonces, si continu bamos adheridos a la polaridad femenino/masculino, hombre/mujer, creyendo que el g nero corresponde a la diferenciaci n de unidades discretas, lo que ella nos dec a no ten a sentido alguno. Lo que hicimos fue...

Novedades Literarias



Últimas Búsquedas


Categorías Destacadas