Conoce a Cristbal Coln

Se acabaron las princesas que esperan a príncipes y besan a ranas. Se acabaron las princesas encerradas. No es que nos hayan salido feministas, es que nos han salido de la jaula. Un libro de la colección «Bebi Edita». Que los cuentos que nos cuentan son mentira, lo sabíamos desde hace tiempo. Pero, ¿por qué se repite siempre la misma historia, en las películas, en los libros, en las canciones? Basta ya de princesas, castillos y zapatitos que aprietan demasiado. Marta Mississippi, junto al análisis inflamable de Bebi, trae el final de la historia: ahora el cuento es tuyo. ***...

2012 se presentó como un tiempo de conjura de demonios. Hay un momento en el que la oscuridad se cierne y parece impenetrable. Luego, pasada la tormenta, siendo consciente de que los hechos, personas y recuerdos que oscurecieron el horizonte ya no tienen la capacidad de hacer sangrar, llega la desorientación de un nuevo cielo despejado. Un mar sin puntos de referencia. Muchos de estos poemas son precisamente eso: estrellas fugaces en el cielo. Instantes a los que aferrarse con la desesperación de náufrago. Son versos de deriva, de búsqueda, de intentos desesperados de regeneración. una...

Esta nueva colección de libros surge con el propósito de ayudar a los primeros lectores a comprender, amar y cuidar el mundo en que vivimos y que compartimos con nuestros semejantes. Se trata de obras profusamente ilustradas, con bellas y expresivas imágenes a todo color y textos directos, claros y concisos que ponen al alcance de todos los niños y niñas los conocimientos más básicos de la forma más divertida. El tercer volumen, El cielo, pone al alcance de los más jóvenes los secretos del universo, que desde siempre el hombre ha intentado descubrir, a simple vista o con aparatos...

Tras un viaje errático en que perdió su equipaje y se equivocó de tren, Nietzsche llegó a Turín y comprendió inmediatamente que en esta ciudad se encontraría plenamente a gusto. Quedó fascinado por la vista de los Alpes y por la organización de las calles que parecían 'perderse en las montañas'. Disfrutó de los bellos pórticos que permitían largos paseos sin exponerse a la lluvia y frecuentó las salas de música, los cafés y las heladerías. Nietzsche se instaló en una habitación modesta y comía en las fondas más sencillas, al tiempo que trabajó intensamente en tres de...