Apocalipsis

Todos necesitamos un lugar donde podamos sentirnos seguros... Benjamin O’Leary pensaba que había encontrado a la mujer de sus sueños. Pero cuando el esposo de ella se aparece, todo lo que creía saber sobre Katherine Marshall se pone en duda. No es hasta que ella aparece en su casa golpeada y llena de moretones que se da cuenta de que ha hecho una horrible suposición. Ella necesita su ayuda, pero se niega a aceptarla. Katherine desea ser independiente, pero su marido, de quien está separado, nunca la dejará ir. Después de su último ataque, considera la posibilidad de huir de la nueva ...

Un grupo de jóvenes decide construir una «habitación oscura»: un lugar cerrado donde nunca entra la luz. Al principio la utilizan para experimentar nuevas formas de relacionarse, para practicar sexo anónimo sin consecuencias, por una mezcla de juego y transgresión. A medida que van enfrentándose a la madurez con sus decisiones, desengaños y reveses, la oscuridad se convierte para ellos en una forma de alivio. Con el paso del tiempo, la incertidumbre social y la vulnerabilidad personal se instalan en sus vidas y la habitación oscura aparece entonces como un refugio. La realidad se va...

Amelia se encuentra en su habitación. Es de noche y a fuera está cayendo un tormentón. Todo parecía ser una noche más, igual de aburrida y simple que las demás, hasta que... Amelia, sin querer, presencia un suceso sin precedentes desde el frio de su ventana. Guiada por su curiosidad ella descubre un terrible y sangriento secreto que nunca debió de conocer. ¿Qué tiene en común el fuego flotante con la desaparición de decenas de niños? Ya nada nunca será igual para ella.

Fue una de esas noches en las que mi esposa y yo fuimos a la hora feliz por la tarde. Estábamos bastante borrachos a las ocho de la tarde. Estábamos de regreso a casa y tomamos un desvío para evitar el tráfico. En el camino del desvío había una franja de unión. Mi esposa me incitó a visitar el club de striptease y pensó que sería una aventura para los dos. Siempre me quejé de mí y de que ella era perversa y hacía cosas salvajes. Quería probar que no era una mojigata. Se sentía achispada y eso la ayudó a abrirse. Así que encontré el estacionamiento fácilmente y ambos...