¡Mira los arlequines!
Vladimir Nabokov (1899-1977), nieto de un ministro del zar Alejandro II, mimado de niño como un héroe de novela, rodeado de institutrices francesas y al que su padre leía a Dickens en inglés, vio un día desvanecerse el cuento de hadas en que vivía cuando los bolcheviques condenaron a su aristocrática familia al exilio, y un pistolero que acabaría a sueldo de Hitler le pegó tres tiros a su padre en Berlín, en 1922. Nabokov trata a menudo de despistar al lector apareciendo en sus propias novelas enmascarado bajo el nombre y la personalidad, mudable y tramposa, de sus narradores y...