Cinco de Mayo de 1862
¡José Albino Lucio Amaro! Al escuchar su nombre, el hombre estaba confundido recordando el trabajo eterno del Ángel Negro de la Muerte que él había visto merodeando en la guerra hacía ochenta y dos años. Con esos recuerdos, se preparaba para morir a mitad del Siglo XX, y los tañidos lúgubres de las campanas del atrio de la Catedral de Puebla anunciaban la muerte del anciano y le traían recuerdos de aquel lejano día 5 de Mayo en que las campanas comenzaron a sonar a rebato anunciando los primeros momentos de la guerra. Y en el desconcierto en que el anciano se encontraba, respondió ...