CIUDAD MÁGICA
Como todo ciudadano estaba interesado en conocer la historia de mi ciudad, acababa de cumplir mis veinte años, tenía muchas inquietudes y sueños. Mi padre había fallecido dieciséis años atrás, ahora vivía con mi madre y mi hermana en la casa que un día construyera mi padre. A Flor mi hermana le encantaba su nombre, si, había sido una buena elección, en cuanto al mío, no me gustaba, hubiera preferido tener el nombre de papá, Pablo. Así mantendría la tradición, esos eran mis pensamientos. No entendía porque me habían bautizado con el nombre de Efraín, nunca dejaba de sentirme ...