¡No me lo puedo creer!

Hacer pensar entreteniendo, eso es lo que pretende este libro, dirigido en especial a jóvenes y ciudadanos librepensadores, sin prejuicios y permeables al sentido del humor que tanto proliferaba en el llamado Siglo de Oro de las letras ibéricas y que tanto hemos perdido en la actualidad. Dios, que viene a juzgarnos a todos en el fin del mundo y se encuentra con inesperadas circunstancias que van a dificultar su labor, una pareja en una casa fantasmal, un perro aficionado al videojuego, víctimas de la guerra que se solidarizan con los acomodados ciudadanos occidentales, un poeta que se cree ...