No olvides mi nombre
Si es que ya lo dice el dicho... Quien no arriesga, no gana. La vida de Paula es una monotonía que solo tiene un tinte de color con la señora Consuelo, su deslenguada vecina, aunque tampoco es que se lleven de maravilla. Un buen día, se le presenta un reto: ser la encargada en una tienda de Madrid y ponerla en marcha. Aceptando el desafío, Paula viaja desde Alicante hacia la gran ciudad, y si bien hace nuevos amigos, compartir piso con un hombre implicará el mayor de los cambios y problemas que deberá afrontar. Diego vive la vida como le da la gana. Sufrió un gran fracaso sentimental y ...