Cómo ser una mamá cruasán
Cuando Pamela Druckerman, una periodista estadounidense que acaba de mudarse a vivir a París, tiene un bebé, no aspira a convertirse en una «mamá a la francesa». Nunca se había imaginado que el modo en que los franceses crían a sus hijos fuese especialmente digno de admiración. No es algo concreto, como la moda o los quesos franceses; nadie viaja a Francia para empaparse de las ideas de sus habitantes con respecto a la autoridad de los padres o el manejo de la culpa. Sin embargo, la autora observa que los niños franceses se comportan educadamente en los restaurantes y comen de todo,...