Con la soga al cuello
Whaley, que ha asistido al nacimiento de las grandes compañías comerciales de Oriente y la aparición de los buques de vapor, ve profundamente alterada su vida a los sesenta y cinco años al perder toda su fortuna. Para hacer frente a esta difícil situación, el viejo cuenta con dos armas: su altura moral y su sentido del deber, que le llevarán a embarcarse en una difícil aventura en un mundo que reniega de los valores morales de hombres como él.