La España herida
Vivimos en la era de la confrontación y la crispación. Los discursos del odio, que hacen un uso estratégico de la mentira, deterioran las democracias al alimentar los movimientos populistas, más interesados en señalar culpables que en buscar soluciones. Parecería que el consenso constitucional de la Transición está definitivamente roto y que hemos regresado a un pasado similar al de los últimos siglos de nuestra historia, en el que España estaba dividida en dos mitades y a cada una le sobraba la otra mitad. Las causas del fenómeno hay que rastrearlas en la ruptura de la cohesión...