La mirada inocente
Louis Cuchas no tiene una vida fácil. Su papá es verdulero; no habrá patrimonio. Pero su naturaleza asoleada y alegre compensa lo que le carece en bienes materiales. Su apodo: "el Santito." Louis convierte sus dotes de carácter en expresión artística y se hace pintor acertado. Su resplandor personal brilla a través de su obra.