Arrozales sangrientos
Durante más de diez años Vietnam resonó en la cabeza de toda una generación que vio cómo, de repente, todo lo que conocía y le era familiar cambiaba. Había luchado contra el comunismo, que amenazaba con destruir sus costumbres más arraigadas, y el comunismo ya no existía salvo en zonas aisladas. Había visto cómo los políticos se enzarzaban en discusiones sobre el reparto de Europa, y «el muro» que partía Berlín, lo que constituía la separación física de ambos bandos y dos concepciones de vida diametralmente distintas, había caído. Esa generación, la primera que veía una ...