Hambrienta
Irene está pasando por un mal momento personal tras la repentina muerte de su madre. Se siente culpable, triste y no logra encontrar consuelo en nada ni en nadie, salvo en los brazos de un desconocido que la visita mientras duerme y la atormenta llevándola al límite para luego dejarla sin aliento e insatisfecha. Cada noche, los sueños van cobrando mayor realismo, al igual que la sensación de pertenencia, de que hay algo que la conecta de manera inexorable con su amante misterioso. Cuando cree que está a punto de perder la cordura, el hombre que la ronda noche tras noche irrumpe en su...