A los delincuentes hay que matarlos

Para los fanaticos de Cincuenta sombras de Grey y de Desnuda ante ti viene una nueva novela perversamente erotica de inocencia, deseo y placer desenfrenado... Delaine Talbot tiene un secreto. Cuando una cuestion de vida o muerte amenaza con destrozar su familia, Delaine hace su ultimo sacrificio. Ella se subasta a si misma en el mas exclusivo club erotico de Chicago. Ahora ella pertenece a Noah Crawford, un magnate adinerado que la lleva a un banquete de seducciones, despertando los deseos que ella nunca habia sonado. Noah no sabe por que Delaine vendio su cuerpo pero para el era el negocio...

El rico y poderoso Jeremy Fulton no había necesitado a nadie en toda su vida. Ahora se estaba quedando ciego y tenía que revelar su secreto a una mujer que en otro tiempo pasaba desapercibida para él: la tímida Eden Byars. Aceptar su ayuda temporal sería difícil, e intentar hacer algo con la atracción que sentía por ella, imperdonable.Jeremy afirmaba que no tenía nada que ofrecerle a una mujer, pero Eden no estaba dispuesta a renunciar al hombre que había amado durante tanto tiempo. ¿Podría encontrar el modo de llevar luz al corazón de aquel millonario orgulloso?

La mayo implicaci n de esta edici n cr tica a cargo de Wilfrido H. Corral es la publicaci n de la obras de un autor todav a desconocido fuera de su pa s, una obra que intenta ser lo m s completa e internacional posible, con un equipo formado por especialistas de diferentes pa ses y sistemas intelectuales y socioculturales.

Un amor que se termina y un misterio que comienza en forma de caja de palisandro... Vuelve Ana E. Guevara con esta apasionante novela. Esta historia bien podría ser una historia de amor, pero no como esas novelas románticas que devoraba en el sofá de su casa con una manta de cuadros sobre los pies. Una historia ambientada en el Londres victoriano donde un importante noble se enamoraba de una plebeya de mente despierta y lengua ágil. No, esta historia no se va a parecer en nada a esas novelas. No hay Londres victoriano, ni lord, por no haber no hay ni una plebeya salida de Whitechapel,...